La obesidad infantil es un problema de salud pública, tanto a nivel mundial como en México. Esta enfermedad es un acumulamiento de grasa en el cuerpo y la cual pone en riesgo la vida. En nuestro país, en los últimos años, ha crecido alarmantemente este problema y debido a esta creciente, México actualmente se encuentra con el 1º lugar en obesidad infantil y Estados Unidos le precede.
Las causas de esta enfermedad, son debido a malos hábitos alimenticios, falta de actividad física y el consumo en exceso de comida chatarra, la cual es muy fácil de obtener. Por estas causas en nuestro país ha aumentado significativamente la obesidad tanto en niños como en adultos y afecta indistintamente a mujeres y hombres.
Este problema de sobrepeso puede tener otro tipo de consecuencias como: los riesgos de aumentar enfermedades del corazón, arterioesclerosis y diabetes mellitus.
Cabe señalar que se ha estudiado la prevalencia tan alta de sobrepeso en las escuelas por estados del país y el mayor índice de este problema se encuentran en la Ciudad de México y los estados del norte del país.
Hay que mencionar que la genética influye también en la obesidad infantil y esto se refiere a dos enfermedades relacionadas con trastornos genéticos y que cursan con obesidad infantil desde edades tempranas; ellas son el síndrome de Prader Willi y el síndrome de Bardet.
Así mismo, hay que tomar en cuenta que el ambiente en estos tiempos no es lo mismo de hace 30 años, las porciones de los alimentos han aumentado, la densidad calórica de los alimentos también y existe mayor facilidad de conseguir alimentos de alta densidad calórica.
No hay que perder de vista que existen factores sociales que debemos de tomar en cuenta para este grave problema; los niños actualmente ya no salen a jugar a la calle o a los parques y esto se debe también a la delincuencia que se vive en nuestro país, por ello, se dedican a jugar en las consolas de video, en las computadoras o hasta en los mismos celulares. Al igual que el uso del automóvil se ha incrementado y es evidente que con estos factores la actividad física de un niño disminuye. A estos factores ahora se les conoce como ambiente obesogénico.
La familia juega un papel muy importante en este tema, las ocupaciones de los adultos han incrementado y con ello, muchas veces, ha aumentado la pérdida de atención en los hijos, cuando a un menor no se le educa y vigila en su alimentación, puede correr el riesgo de sufrir esta enfermedad, los niños deben de llevar también una dieta rica en frutas, verduras, proteínas, etc. Y no dejando atrás una actividad física constante.
Por parte de las escuelas, vender menos comida chatarra y más comida nutritiva, ampliar las clases de educación física. También impartir clases de como ir teniendo una buena alimentación, enseñándoles como pueden prevenir esta enfermedad y las consecuencias que puede llegar a tener.
La obesidad infantil es una enfermedad que se puede prevenir, empezando desde el primer año de vida, siempre valorando el crecimiento en altura y el peso del menor en conjunto. Los niños no dejan de crecer hasta los 18 años y es indispensable que lleven una buena alimentación en todo el tiempo que dura su crecimiento para que así, en la adultez, no se sufra por otro tipo de enfermedades.
Es de suma importancia dedicar el tiempo con mucha responsabilidad para que los niños vayan teniendo desde pequeños una sana alimentación.
Las causas de esta enfermedad, son debido a malos hábitos alimenticios, falta de actividad física y el consumo en exceso de comida chatarra, la cual es muy fácil de obtener. Por estas causas en nuestro país ha aumentado significativamente la obesidad tanto en niños como en adultos y afecta indistintamente a mujeres y hombres.
Este problema de sobrepeso puede tener otro tipo de consecuencias como: los riesgos de aumentar enfermedades del corazón, arterioesclerosis y diabetes mellitus.
Cabe señalar que se ha estudiado la prevalencia tan alta de sobrepeso en las escuelas por estados del país y el mayor índice de este problema se encuentran en la Ciudad de México y los estados del norte del país.
Hay que mencionar que la genética influye también en la obesidad infantil y esto se refiere a dos enfermedades relacionadas con trastornos genéticos y que cursan con obesidad infantil desde edades tempranas; ellas son el síndrome de Prader Willi y el síndrome de Bardet.
Así mismo, hay que tomar en cuenta que el ambiente en estos tiempos no es lo mismo de hace 30 años, las porciones de los alimentos han aumentado, la densidad calórica de los alimentos también y existe mayor facilidad de conseguir alimentos de alta densidad calórica.
No hay que perder de vista que existen factores sociales que debemos de tomar en cuenta para este grave problema; los niños actualmente ya no salen a jugar a la calle o a los parques y esto se debe también a la delincuencia que se vive en nuestro país, por ello, se dedican a jugar en las consolas de video, en las computadoras o hasta en los mismos celulares. Al igual que el uso del automóvil se ha incrementado y es evidente que con estos factores la actividad física de un niño disminuye. A estos factores ahora se les conoce como ambiente obesogénico.
La familia juega un papel muy importante en este tema, las ocupaciones de los adultos han incrementado y con ello, muchas veces, ha aumentado la pérdida de atención en los hijos, cuando a un menor no se le educa y vigila en su alimentación, puede correr el riesgo de sufrir esta enfermedad, los niños deben de llevar también una dieta rica en frutas, verduras, proteínas, etc. Y no dejando atrás una actividad física constante.
Por parte de las escuelas, vender menos comida chatarra y más comida nutritiva, ampliar las clases de educación física. También impartir clases de como ir teniendo una buena alimentación, enseñándoles como pueden prevenir esta enfermedad y las consecuencias que puede llegar a tener.
La obesidad infantil es una enfermedad que se puede prevenir, empezando desde el primer año de vida, siempre valorando el crecimiento en altura y el peso del menor en conjunto. Los niños no dejan de crecer hasta los 18 años y es indispensable que lleven una buena alimentación en todo el tiempo que dura su crecimiento para que así, en la adultez, no se sufra por otro tipo de enfermedades.
Es de suma importancia dedicar el tiempo con mucha responsabilidad para que los niños vayan teniendo desde pequeños una sana alimentación.
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